Título: El lunes nos querrán | Autora: Najat El Hachmi | Editorial: Destino | Precio: 20´90€ |
El lunes nos querrán es una larga carta que escribe una chica migrante en una ciudad periférica de Barcelona. Una chica marroquí que, a pesar de haber emigrado, sigue atrapada entre las costumbres tradicionalistas de su comunidad. Naima, la protagonista (de la que no conocemos el nombre hasta pasadas más de 260 páginas, casi a punto de terminar el libro), le escribe una larga carta a su mejor amiga, una chica que nació en la misma comunidad que ella y que vive en el mismo lugar y que sin embargo, es más libre de lo que ella ha sido jamás. Al conocerla, sus ideas y expectativas sobre lo que debe ser su vida cambian muchísimo y comienza a buscar maneras propias para poder salirse del camino recto que le ha sido impuesto. Y así es como seguimos su vida, desde finales de los 90 hasta la actualidad, una historia dura pero real, muy real.
¿Y por qué narices no me ha gustado? Muchas cosas, y ninguna tiene que ver con lo que cuenta, como ya he dicho, lo que me ha puesto de los nervios es la manera de contarlo. Maniqueísmo, efectismo, dejes místicos sobre el cuerpo femenino... sinceramente y sin querer ofender, esta historia impresionará a gente que o no ha tenido contacto jamás con otras realidades o que su idea de feminismo y activismo es muy cuadriculada. Y creo que se entiende por donde van los tiros. Hachmi, además, juega mucho al despiste. Porque se supone que esto es una historia de ficción pero luego ves entrevistas con la autora en la que te explica su vida, sus dificultades como mujer marroquí etc y te das cuenta de que casi todo, prácticamente todo, coincide con la historia de Naíma. Que además no se desvele el nombre de la protagonista hasta casi el final de la historia ya te indica que si, que había una clara intención de jugar a ese despiste. Mucha gente además lo ha entendido como una biografía así que si la intención de Hachmi era hacer una ficción, quizás no le ha quedado muy claro. Estos autores que utilizan la novela para contar su vida y luego distanciarse diciendo eh, no, que no somos la misma persona no me suelen gustar demasiado. Y Hachmi está en todo su derecho de contar esto como le de la gana, pero yo también estoy en el mío de enfadarme cuando veo que me toman por imbécil.
Otro problema que he tenido con esta historia es como se habla del cuerpo femenino de manera constante. Y lo siento pero frases como "mis carnes derramadas sobre la roca de la playa" o "penetró en mis carnes" me dan rechazo absoluto. Es una cosificación innecesaria... vale, si, puede que el objetivo que tenga Hachmi al cosificar un cuerpo no sea el mismo que puede tener yo qué sé, Pérez-Reverte, pero eso me da exactamente igual. La presentación de la femeneidad como algo que no se quiere pero a la vez como algo místico 8somos carne, de mi carne nace carne, todo ese rollo) no lo entiendo ni lo entenderé jamás. Y es el problema de las supuestas "críticas del género", haz lo que yo digo pero no lo que yo haga.
Sobre la historia, decir que la estructura del libro ha sido un punto más para que no lo disfrutara. Al comienzo, cuando está contándonos su etapa de adolescencia, lo estaba incluso disfrutando. Aunque yo haya leído y escuchado ya testimonios similares de otras mujeres, no deja de ser en cierta medida impactante cuando vuelves a leer cosas así. La relación con la amiga es muy intensa, muy propia de la edad y en ocasiones parece que la protagonista, de tan idealizada que la tiene, más que querer ser su amiga quiera ser su novia. Cosas que pasan más habitualmente de lo que parece: encuentras a alguien que te escucha, te entiende y que es todo lo que tu querrías ser, y vuestra relación se hace estrecha, sobre todo por una de las partes. Es tu referente y sueñas con ser como ella (y en ocasiones, estar con ella sin tu saberlo). Es un tipo de amistad que queda muy bien reflejado en estas páginas y que me ha gustado mucho leer. Pero llega a la segunda parte, la edad adulta y el libro toma un ritmo acelerado, con pocos detalles en ciertas partes, demasiado hincapié en otras (con el claro objetivo de provocarnos una emoción negativa y que digamos "joder, que duro es esto" cuando no hay necesidad porque si, es duro, no necesito que me lo recuerdes durante diez páginas de manera tan casi pornográfica) y no hablemos de que prácticamente JAMÁS le pasa nada bueno a la protagonista. Las escasas cosas buenas se ven empañadas por acciones de terceros, constantemente menoscabándola, sin dejarle disfrutar ni un minuto de su vida, su infierno en la tierra particular. Y si le sucede algo bueno se pasa de puntillas sobre ello, como si no tuviera importancia, porque aquí hemos venido a contar un drama y las cosas buenas pues como que no importan tanto. La verdad que no entiendo muy bien donde esta la parte esperanzadora de este libro. Y es que el final encima más efectista y gratuito no podría ser, pero eso es algo que no puedo contaros porque ya sabéis, spoilers. Pero terminar así una historia me parece barato, y más la explicación que se le da al por qué. Esto da casi para otro post así que lo dejaremos aquí.
Sobre la historia en si, ya lo he dicho: me parece perfecto. Me parece genial que autoras que han vivido este tipo de cosas las plasmen, ya sea en forma de autobiografía ficcionada, novela, o lo que más les apetezca. Creo que ese libro, como he dicho al principio, puede ayudar a cierto tipo de personas a abrir un poco los ojos, y también a nosotras, las mujeres blancas (y hombres en general más aún), a dejar de opinar de cosas de las que no tenemos ni idea porque no las entendemos, a saber, el uso del pañuelo o lo bien que cuida el Islam a las mujeres. Eso nosotras no lo sabemos ni lo sabremos. No sabemos lo que es vivir en ese tipo de comunidades ni sabemos NADA más que lo que nos cuenten las que si que lo han vivido, y hay que escuchar a todas: a las que lo quieren llevar y a las que quieren que desaparezca para siempre. Es un libro que puede ayudar a mostrar que todo es mucho más complejo de lo que parece a simple vista y que hay cosas que no son debate de barra de bar, o de hilo de twitter. Y por eso me da mucha rabia que la manera de contarlo no haya sido no diré la correcta, porque quién soy yo, pero quizás un poco mejor... o quizás haber podido sintonizar con ella. Pero no he podido, y es algo totalmente legítimo.
Si lo habéis leído y os ha gustado y creéis que es una obra maestra de la literatura, felicidades, en serio. Es lo bonito de esto: las opiniones son como los culos. Pero tristemente no ha sido mi caso, y creo que mis razones están lo bastante justificadas para que haya sido así.
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