Título: Destellos | Autora: Jen Wang con color de Lark Pien | Traducción: Julia Osuna | Editorial: Sapristi | Precio: 17'90€ |
Cada vez que se anuncia una nueva publicación de Jen Wang, los ojos me hacen chiribitas. Su estilo de dibujo me enamoró en En La Vida Real, y cuando leí una obra íntegramente suya, El Príncipe y la Modista, ya caí rendida a sus pies. Pero vamos, yo y medio mundo también, y con razón. En esta ocasión, Wang trae una historia fuertemente inspirada en vivencias personales, en la que se refleja como es una juventud en una comunidad chinoestadounidense, proyectando sus propias experiencias, pero también trae una historia sobre amistad, familias, unión y sentido del deber a la comunidad con la que estás comprometido.
Christine es una chica de ascendencia china, que asiste a un colegio chino americano, que toca el violín pero que no es lo suficientemente buena (o así se siente ella) y que tiene un montón de expectativas y obligaciones a sus espaldas. Moon, por otra parte, es la chica nueva, que vive con su madre, que es profesora de guardería, y ambas atraviesan un mal momento económico. Los padres de Christine se ofrecen a alquilarle la pequeña casita que tienen en su terreno hasta que puedan salir del bache en el que se encuentran, pero a Christine parece no hacerle mucha gracia la idea, ya que los rumores sobre Moon corren desde el primer día que aparece en la escuela. Pero poco a poco descubrirá que es una chica distinta, que su manera de ver las cosas y su familia es muy diferente a la suya, algo que enriquece mucho la visión del mundo de Christine, pero que puede que a sus padres, mucho más tradicionales y estrictos, no les haga tanta gracia. Moon y Christine comienzan a bailar canciones de kpop y a hablar de las pequeñas cosas que les preocupan, hasta que entre ellas se forja una amistad que en un principio podría pasar por inusual pero que acaba siendo más que natural. Y entonces Moon desvela su secreto: ella no es de la Tierra y está esperando a que vengan a buscarla. Y con esta revelación, el cómic entra en el núcleo duro de su historia, y no se puede hablar mucho más de ello porque en fin... tenéis que descubrirlo vosotros.
Destellos trata de muchas cosas, incluso al margen de la historia de Moon y sus ángeles, esta es una historia de encajar por fin con alguien, la primera amistad verdadera, historias familiares, expectativas y como gestionar los celos. Moon no está acostumbrada a la vida estricta de Christine y Christine no está acostumbrada a la vida relajada de Moon, pero ambas tienen cosas que enseñarse la una a la otra, y ambas crecerán a lo largo de la historia, sobre todo la segunda. Algunas situaciones, como la relación paterno filial de Christine con sus padres, se pueden percibir diferentes, por la experiencia chinoamericana. Pero en general los sentimientos, experiencias y conclusiones que se reflejan en la obra son totalmente universales. En apenas 200 páginas Wang narra una historia con profundidad, unos personajes interesantes, con personalidades definidas, que no caen en los extremos, y, además de todo esto, a los más mayores nos recuerda a cosas que ya hemos vivido (y que viviremos, ya sabéis, las relaciones sociales, siempre tan complejas) y a los que ronden la edad de las protagonistas... bueno, esta historia habla su idioma.
No se puede decir mucho del trabajo artístico, porque como siempre, es impecable. Wang tiene un estilo a la hora de diseñar personajes que personalmente, me gusta mucho. Y los colores empleados, cortesía de Lark Pien, encajan tan bien... las escenas cotidianas son perfectas, pero las ensoñaciones, canciones e historias tienen una paleta de color especial.
El Príncipe y la Modista está a otro nivel, pero no hay que desmerecer en absoluto esta preciosa historia, que como he dicho, cuenta muchas experiencias propias de Jen Wang, y quizás no de la manera que podemos suponer. Os animo a leer este cómic, sin ninguna duda.
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