Simon vs. The Homo Sapiens Agenda de Becky Albertalli

La verdad es que no estaba demasiado segura de si leer Simon vs. The Homo Sapiens Agenda. La mayoría de los libros juveniles con temática LGTB que he leído han sido un chasco, además de que más que "libros LGTB" deberían llamarse "libros GGGG", así que no tenía muchas ganas de volver a probar con otro libro con un protagonista cisgénero gay. Sin embargo he de decir que esta ha sido una grata sorpresa. Aunque tiene sus altibajos, el libro de Albertalli es altamente recomendable.

Simon es un adolescente estadounidense. Es gay y además, está en el armario y se escribe anónimamente con un compañero de su instituto que también lo es. Blue es la única persona que parece entenderle, y se está enamorando de él. Pero todo se tuerce cuando comete el error de utilizar el ordenador de la biblioteca del instituto para escribirle y olvida cerrar sesión, porque Martin, un compañero de clase bastante tocapelotas, le empieza a chantajear: o consigue que una de las amigas de Simon se interese por él, o enseñará a todo el mundo las capturas de los correos que intercambia con Blue. Y aunque este sea el planteamiento principal del libro y su mayor conflicto, hay mucho más entre sus páginas.

He releído los correos que se escribe con Blue un trillón de veces más o menos. No solo porque sean adorables, si no porque contienen unas reflexiones de lo más interesantes sobre lo que significa no ser normativo en una sociedad en la que ser heterosexual y blanco es la norma; y también sobre salir del armario: si no lo hago esta mal porque parece que no confío en mis seres queridos, si lo hago estoy exagerando porque a nadie le interesa, pero a la vez necesito hacerlo porque no quiero que den por hecho que soy hetero, pero a la vez hacerlo implica riesgos ¿qué hago?

Aunque si tengo que sacarle pegas es que Simon  piensa que ser lesbiana o chica bi es más fácil porque los chicos tienen fantasías con ese tipo de cosas y a ellas no les cae tanta mierda, lo cual es ofensivo a todas luces porque 1) que te cosifiquen y más en base a tu orientación sexual tiene poco de halagador y 2) eso de que las mujeres no heterosexuales tienen menos problemas que los hombres en la misma situación es mentira. Sinceramente este párrafo lo vi como una manera bastante pobre y problemática de introducir el tema de los fics slash y yaoi, para dar a entender que las chicas hetero hacían lo mismo de manera distinta, lo cual en cierto modo es verdad. El problema es que desde su punto de vista parece que no pasa nada malo con este tipo de cosas, pero Simon, querido: COSIFICAR NO ESTÁ BIEN. Sin embargo no lo tomo como palabras de la autora, si no del propio Simon, y viendo el resto del libro puedo intentar pasarlo por alto.

Además tenemos un amplio abanico de personajes: la manera de representar a la familia de Simon, a sus amigos y a las relaciones que tienen entre ellos es estupenda. Simon es un adolescente, y se nota. Tiene buenísimos amigos, pero eso no evita que haya malentendidos y enfados entre ellos; y la dinámica entre los miembros de su familia me ha parecido muy real. No es una familia perfecta, tampoco es una familia disfuncional, pero tienen sus roces y sus rarezas

Volviendo al tema de Jaques y Blue (Jaques es el pseudónimo de Simon como supongo que deduciréis), toda su relación me ha parecido de lo más tierna, y aunque hacia la mitad del libro ya sabía quien era Blue, no podía dejar de pensar en que había otras mil posibilidades más. Me hubiera gustado conocer más a Blue, no solo a través de los correos que intercambia con Simon, sería interesante ver su punto de vista de las cosas y su propia situación familiar, pero todo no puede ser y esta no es una historia coral: el protagonista indiscutible es Simon y me parece bien.

En resumidas cuentas, este es un libro que si recomendaría. A pesar de no ser perfecto y tener ciertas cosas que me han chirriado, es una de esas historias que te sacan una sonrisa y te hacen comprender un poco mejor lo que no estás acostumbrado a ver.

It is definitely annoying that straight (and white, for that matter) is the default, and that the only people who have to think about their identity are the ones who don't fit that mold. Straight people really should have to come out, and the more awkward it is, the better. Awkwardness should be a requirement.