Maggot Moon es un libro que en un principio me llamó la atención por una cita que vi en goodreads, pero cuando leí el argumento no me quedó muy claro de lo que me podría encontrar. Y sinceramente, creo que este es el tipo de historia con el que es mejor ir con cuanta menos idea, mejor.
El protagonista es Standish Treadwell, un chico de 15 años que vive con su abuelo (Gramps) en un régimen totalitario llamado Motherland (Patria) durante los años 50, en un área llamada Zona 7, una suerte de cárcel a la que van a parar los parias sociales y los inconformistas políticos, de donde te pueden hacer desaparecer para siempre sin dejar rastro. Esto es lo que ha pasado con Hector Lush, el mejor amigo de Standish, y con la familia de éste.
Y la verdad es que no quiero contaros mucho más del argumento porque como ya he dicho, es un libro que creo que se disfruta más sin saber muy bien que te puedes encontrar.
Lo primero que me llamó la atención de esta historia es que estuviera ambientada en los años 50. Es un dato que no se dice hasta pasadas unas cuantas páginas y es lo que despertó interés en mi. En la literatura juvenil actual es muy habitual encontrarse con historias que transcurren en una sociedad distópica o/y con un régimen totalitario, pero la gran mayoría de ellas se desarrollan en el futuro. Esta no, y es una cosa que la hace bastante especial, durante todo el libro se aprecia una falta de una tecnología desarrollada y un aire que grita "¡eh, esto son los años 50!".
Standish es un personaje ambiguo. Al principio crees que es un niño de no más de 10 años, ya que su forma de expresarse puede parecer demasiado ingenua en muchas ocasiones. Pero no nos engañemos, Standish no sólo tiene 15 años, si no que además vive en una sociedad donde no hay espacio para la ingenuidad. Al contrario de lo que sus profesores y sus compañeros de clase creen, no es ni tonto ni ingenuo, y podemos ser conscientes de ello en una escena de la novela bastante perturbadora que se caracteriza por estar narrada de una manera salvaje y fría, algo que provoca que puedas llevarte las manos a la cabeza de horror. Es la reacción tan fría de Standish la que hace que nos demos cuenta de como es realmente y de como son las cosas allí.
Y si, este libro me ha sorprendido por la crudeza de algunas escenas que no estoy acostumbrada a encontrar en la literatura juvenil. Remarquemos: literatura juvenil. Si sales de ahí es fácil encontrar cosas bastante más bestias, pero centrémonos, este libro es lo que es. No sería justo compararlo con, por ejemplo, La Naranja Mecánica, y es por eso que me refiero a esta obra como cruda, porque como ya he dicho, no es habitual encontrarse cosas así dirigidas a un público más joven.
Además, los romances suelen eclipsar las tramas políticas de las novelas distópicas que tanto están proliferando ahora, y aquí esto no sucede.
Y no es que en Maggot Moon no haya amor, que lo hay. Amor por tu familia, amor por tus amigos y ante todo, amor por ti mismo. Quizás no se hable de manera explícita de ello, pero esta ahí, muy presente durante toda la novela.
Además se hace incapié en la importancia de la imaginación, una cualidad que es fácil perder en un mundo donde no hay espacio para fantasías, y que tan poco valor parece tener tanto en esa sociedad como en la nuestra.
Si hablamos de la narración, Maggot Moon tiene una estructura bastante extraña. Con 100 capítulos, cuya extensión varía desde un único párrafo hasta 3 páginas como mucho, no peca de falta de información algo que podría haberle pasado perfectamente al ser un libro tan corto con un desarrollo tan extraño.
Además de esta peculiaridad, la narración, por parte del protagonista, transcurre a saltos entre el presente y el futuro, algo que personalmente no me ha supuesto ningún problema, aunque se de gente que si se ha podido liar un poquito con eso.
Es un libro que se lee en un abrir y cerrar de ojos, pero de verdad. Normalmente los libros en inglés me duran más que los libros en castellano, pero este no me ha durado ni 4 horas. Realmente ligero en ese sentido.
Y por último, si os llama la atención, y no os atrevéis con el inglés, comentaros que Maggot Moon ha sido publicado en España con el título Las Tres Caras de la Luna bajo el sello Nube de Tinta, así que esta vez no tenéis la excusa del idioma.
me gustaria leerlo! la portada que pusiste es preciosa!
ResponderEliminarHola!, he encontrado tu blog de casualidad y me ha gustado, por eso ya te sigo :), Decirte también que si quieres puedes pasar por mi blog y seguirme... Solo si te gusta y si lo encuentras interesante.
ResponderEliminarUn saludo~ :).
Te voy a ser sincera: me has dejado con unas ganas locas de ponerme YA a leer este libro. Había oído su título pero no tenía ni idea de qué iba. Creo que me va a gustar y últimamente me tiro de cabeza a por los libros que duran un suspiro... Si este tiene un contenido bueno, ¡mejor que mejor!
ResponderEliminarVoy a buscarlo para ebook, a ver si tengo suerte :)
Con lo de los años 50 he corrido a apuntarlo en goodreads xDDDDDD eso ha captado todo mi interés
ResponderEliminarNo conocía este libro pero no tiene mala pinta, igual con la cantidad de pendientes que tengo cuesta un poco encontrarles lugar u.u
ResponderEliminarGracias por la reseña ^^
Se ve atractivo y con lo de que no me dices nada del libro me pica más, aunque la edad antigua no me llama demasiado.
ResponderEliminarPues ya si cae, lo leo, si no , pues no.
Aunque en GR seguro lo apunto.
Saludos.